La triste carta a toda la sociedad de una abuela que se siente muy sola

Todos sabemos que el tiempo no perdona, y con el pasar de los acontecimientos nuestra vida puede tornarse totalmente incierta, muchos consideran que vivir una juventud gratamente nos permitirá tener una vejez sabia llena de personas que nos quieran.

Sin embargo la convivencia con el tiempo puede tornarse difícil, del mismo modo que sucede al inicio de nuestra vida, el niño necesita ser asistido en su proceso de crecimiento, durante la vejez las personas necesitan de la compañía y asistencia de sus familiares los cuales deben cuidarlos y darle mucho amor.

En la actualidad el mundo va muy deprisa, la gente pasa horas trabajando además de esclavizada al sistema global, pocos comparten en familia y dedican parte de su tiempo a los niños o a su a sus abuelos. Por tal motivo estamos en los tiempos en que debemos buscar de nuestra familia además de tratar de compartir mas con nuestros seres queridos.

En nuestro artículo de hoy te mostraremos la historia de una mujer que hizo su vida plena, cuenta con una hermosa familia, pero que lamentablemente no tiene tiempo para compartir con ella al final de su existencia, si quieres saber cuál es su sentir y como terminara esta historia, continua la lectura.

Abuela desahoga sus sentimientos a través de una carta

“Esta carta representa el balance de mi vida, tengo 82 años, 4 hijos, 2 bisnietos y una habitación de 12m2, ya no tengo mi casa ni mis cosas queridas, pero si quien me arregla la habitación, me hace la comida y la cama, me toma la presión y me pesa.

Ya no tengo risas de mis nietos, el verlos crecer, abrazarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días, otros cada tres o cuatro meses, otros nunca.

Ya no tengo croquetas o huevos rellenos ni rulos de carne picada ni punto ni crochet. Aun tengo pasatiempos por hacer y sudokus que entretienen algo.

No sé cuanto me quedará pero debo acostumbrarme a esta soledad; voy a terapia ocupacional y ayudo en lo que puedo a quienes están peor que yo, aunque no quiero intimar demasiado, desaparecen con frecuencia.

Dicen que la vida se alarga cada vez más ¿Para qué? Cuando estoy sola puedo mirar las fotos de mi familia y algunos recuerdos de casa que me he traído. Y eso es todo.

Espero que las próximas generaciones vean que la familia se forma para tener un mañana (con los hijos) y pagar a nuestros padres con el tiempo que nos regalaron al criarnos”.

Esta carta fue escrita por Pilar Fernández Sánchez en Granada.

Ya conoces el sentir de esta mujer que se esforzó por formar una gran familia, y que necesita de más atención y cariño, en sus reflexiones la familia siempre debe ser lo primero, es por esto que debemos saber valorar más el tiempo que compartimos con nuestros seres queridos.

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