Los hijos son como los barcos: deben de salir a vivir sus propias tempestades, pero nunca olvides que los padres son como los puertos, a donde podrán siempre regresar para recargar energía y seguir adelante.
A los hijos hay que darles alas para volar, pero siempre pendiente de ellos. Y si sembraste amor en sus corazones, ellos volverán a buscar el calor de tus brazos, pues el camino a la felicidad siempre lleva a casa.
Un buen hijo siempre vuelve al lugar de donde partió.
Un hijo siempre regresa a buscar el calor de sus Padres, en sus brazos encuentra refugio y paz. Sin importar que tan lejos se encuentre el hogar de sus padres, un hijo por un beso de sus Padres recorre hasta 1000 km.
Sin importar que tan grande sea el equipaje que le ha dado los problemas de la vida a los hijos. Los padres siempre recibimos a los hijos con los brazos abiertos, porque los Padres somos incondicionales.
Extraña a sus padres
Un buen hijo siempre le va hacer falta ver a sus padres, no hay un día que no le haga falta su cariño, pues son las únicas personas que siempre le han brindado un amor puro y sincero.
Alivias las penas
Para el estrés y el alma no existe mejor medicina y que un abrazo de tu mamá. Cuando vez a tu madre todo tus problemas desaparece y te sientes renovada.
No existe mejor consejo que de los padres
Los padres son las únicas personas que te hablan con el corazón, y que siempre van a querer lo mejor para Ti. Una madre o un padre siempre tienen las palabras correctas para guiarte a tomar una buena decisión, son los mejores consejeros de vida.
Te hacen sentir con un niño
Los padres sin importa la edad que tengamos siempre nos verán como sus pequeños. Te complacerán, te cuidaran, te hacen sentir querida y amada.
Ser agradecido con sus padres
Un buen hijo debe estar siempre agradecido con sus padres y que mejor forma de agradecimientos que visitarlo. Los padres se siente feliz de tener a sus hijos a su lado, su mayor satisfacción es compartir con ellos.
Si eres un buen hijo no busque una excusa para visitar a tus padres. No espere que estén enfermo o que le surja un problema para verlo. Sé un buen hijo, dale un poco de ese gran amor que te dieron, saca tiempo para visitarlo, para mimarlo y para saber cómo están.
Aprovéchalo ahora que tiene esa oportunidad de tenerlo a tu lado.