Encontrar a una persona con quien compartir el resto de nuestras vidas puede ser un total reto para muchas mujeres e incluso para muchos hombres, debemos intentar con muchas personas hasta dar con ese ser que realmente nos ame y que nos valore.
Muchas personas corren con la suerte de encontrar a este ser sin embargo hay quienes creen haberlo encontrado pero con el paso del tiempo esto la verdad no es tan así, es muy posible que las cosas cambien.
Luego del matrimonio, una pareja suele cambiar mucho, las parejas pueden cambiar para bien, amarse más o incluso volverse más amigos que pareja y esto la verdad es que no es algo que muchos quieren, todos queremos amor eterno.
Muy tristemente a muchas parejas la edad les resulta un gran problema para muchas cosas, por ejemplo para la intimidad, no es la misma que cuando estaban jóvenes y buscan salidas con alguien más y aunque muchos crean que es infidelidad esto muchas veces lo hacen para salvar la relación sin embargo sea como sea hoy nosotros queremos darte una carta que habla acerca de esto.
¿Qué harías si recibes una carta como esta?
Las cartas por lo general nos ayudan a decir las cosas sin la necesidad de decirlo de frente a alguien, hacen que hablar con alguien sea mucho más fácil y para que veas la demostración de que esto es así, hoy te traemos una carta que un hombre le escribe a su esposa.
La carta decía así:
“Querida esposa: Comprenderás que ahora que tienes 54 años, yo tengo ciertas necesidades que tú ya no puedes satisfacer. Soy muy feliz contigo, te considero una esposa maravillosa y sinceramente, espero que no te sientas herida u ofendida al saber que cuando recibas este fax, voy a estar teniendo sexo en el Hotel Camino Real con Vanessa, mi secretaria, que tiene 18 años. No obstante, llegaré a casa antes de la medianoche”.
Cuando el hombre vuelve a su casa, se encuentra una nota sobre la mesa del salón que dice:
Querido esposo: He recibido tu fax y no puedo evitar darte las gracias por el aviso. Aprovecho la oportunidad para recordarte que tú también tienes 54 años. Al mismo tiempo, te comunico que para cuando leas este mensaje, estaré dándome un revolcón en el Gran Hotel Fiesta con Miguel, mi profesor de tenis que, al igual que tu secretaria también tiene 18 años.
Como además de ser un empresario de éxito, eres licenciado en Matemáticas, podrás comprender fácilmente que estamos en las mismas circunstancias, pero… con una pequeña diferencia:
“18 entra más veces en 54, que 54 en 18″. Por lo tanto, no me esperes esta noche, llegaré mañana.”
Esperamos que esta carta te haya gustado y que te haya sacado una sonrisa. ¿Qué opinas de la respuesta de la esposa?